NOSOTROS. Boletín Mensual del Grupo Deportivo del Sureste de España, Marzo 1960
Es sin duda muy difícil otorgar un primer premio de algo, sea lo que sea, a gusto de todos. En arte, esa dificultad se multiplica por mil, la pasión de los "ismos", la vanidad y el egocentrismos de este mundo aparte han de ser obstáculos imponentes en la labor del Jurado. Así resulta especialmente notable por todo ello el caso de nuestro compañero de grupo Enrique Lledó, cuyo premio en la exposición Provincal de Pintura ha sido tal vez el único, al menos en los últimos tiempos, unánimemente acogido con aplauso sincero en los medios artísticos de nuestra ciudad.
Esto, en sí, es más significativo incluso que el mismo premio.
Nuestro periódico, al expresar su efusiva felicitación, ha solicitado de Enrique Lledó unas respuestas a un breve cuestionario. He aquí el diálogo:
N - ¿Estimas el profesionalismo absoluto como una meta muy importante en tu vida de pintor?
EL - El profesionalismo es deseable siempre por cuanto supone de dedicación exclusiva y absorbente a la vocación artística, pero lleva unidos muchos inconvenientes cuando esa profesión es el único medio de vida. Así se ven tantas claudicaciones y concesiones que serían imperdonables sin las razones poderosas que se adivinan en cada caso. Ser libre de pintar como quiera y lo que quiera es el privilegio que me gustaría conservar siempre.
N - Hay escritores y pintores que alardean de no haberse presentado nunca a concursos ¿Qué opinión te merecen?
EL - En principio hay mucha diferencia entre dos clases de concursos, en el literario las obras son leídas solamente por los jurados, y su juicio no puede nunca discutirse por el publico lector al faltar términos de comparación. En las exposiciones, los cuadros están al alcance de todos y por tanto los valores auténticos no pueden pasar desapercibidos. Por ello pienso que el pintor que hurta su obra a este veredicto publico lo hace solo por una de estas dos causas: miedo o soberbia.
N - ¿Crees que esta exposición Nacional y Provincial alcanza su objetivo de elevar el prestigio artístico y cultural de Alicante dentro y fuera de España?
EL - Indudablemente. Nuestra Diputación Provincial está realizando en este sentido una obra importantísima para Alicante. Nuestra ciudad cuenta ya en los ambientes nacionales con un prestigio bien ganado, y para los pintores supone el concurrir a esta exposiciones, un gran estimulo.
N - Y, a propósito de exposiciones ¿como ves la campaña de nuestra Caja de Ahorros en este sentido?
EL - Pues veras, hay que distinguir entre las salas comerciales y las que no lo son. Aquellas perciben unos derechos, y por tanto no pueden negarse a cualquier pintor que pueda pagarles. Las otras tienen, a mi entender, una misión de magisterio y por tanto han de pesar mucho el valor de la obra que presentan. A un principiante se le ayuda más con una beca de estudios que facilitándole la presentación de sus ensayos dudosos e inmaduros. Y a un pintor mediocre no hay por que alentarle en su equivocado camino. Puedes deducir por esto que no estoy muy de acuerdo con varias de las muestras expuestas en nuestra sala.
N - Bien, para terminar, ¿quieres decirnos algo sobre la pintura de evasión, practicada como pasatiempo, sin otra intención trascendente?
EL - Supongo que estás pensando en la conocida afición pictórica de Churchill y otras personalidades entre las que se incluye el Generalísimo Franco. En general, ese pasatiempo sirve al menos para darse cuenta de lo difícil que es pintar, y eso ayuda al reconocimiento de los pintores de verdad. Pero tiene el peligro de que se aprecie la obra por la personalidad del autor, y entonces puede llegarse a aberraciones lamentables. Onasis creo que tiene en lugar preferente un cuadro de Churchill y, es lo mas probable, que, por muy bueno que éste sea, no es la calidad lo que le indujo a comprarlo.
Agradecemos a Enrique Lledó sus respuestas, sinceras como su arte.