ENRIQUE LLEDO

PINTOR

1923-2013

SELECCIÓN DE PRENSA

Casa Estudio Enrique Lledó
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Un Alicante entrañable en los óleos de Enrique Lledó, Sala de la CAAM

Ciudad, Alicante,  1977

Adrián Espí Valdés

 

En  alguna parte hemos leído -quizás lo dijo Sánchez Camargo- que un espléndido libro de Gabriel Miró ilustrado por Emilio Varela, vendría a ser como la historia de ese Alicante recoleto, altivo, íntimo, que solo se deja descubrir por un espíritu que sea trasunto de la tierra, del paisaje mismo. Desde luego vale el símil, o incluso sirve si se toma como una definición del fino paisajista alicantino que fue Varela Isabel. Pero si hiciéramos extensivas tales palabras a la obra plástica de Enrique Lledo, uno cree que parecerían como pronunciadas o escritas exprofesamente para él. Tal es el entrañamiento, el maridaje absoluto existente este esta esteta del paisaje pletórico convertido en óleo, y el esteta de nuestra literatura. Enrique Lledó es un empastado nato. es un pintor absoluto, capaz de reflejar sobre el soporte los estados de ánimo de su alma sobrecogida por la belleza sin par de los puebos, los campos, las montañas de un Alicante insólito, plástico a más no poder, evocador, místico y a la vez pagano: Orcheta, Guadalest, Bernia, Puig-campana, Maigmó, Benimantell, Benifato, Aitana... poco menos que todo un largo y espléndido itinerario mironiano.

Enrique Lledó es un impresionista que baña sus montañas y sus casas encaladas con el rutilante sol mediterráneo que matiza, hace cambiante, da cuerpo a cada palmo de sus tierras. Es Enrique Lledo un pintor "fauvista" en algunos interiores que, por otra parte, están cargados de ensueño, de nostalgias a la manera "proustsina." Es este pintor alicantino, en ciertos retratos espléndidos, un creador modernista y expresionista al mismo tiempo. A veces la dulzura de sus entintados claros, azules prusia o rosa pálido chocan delirantes con  sus tonos verdes oscuros y pardos duros. Y, en esta serie de contrastes, Enrique Lledó nos comunica con claridad meridiana sus inquietudes creadoras de fuertes raíces telúricas, de constante amor a la tierra, al paisaje y a las gentes que viven bajo este azul intenso.

La exposición de óleos de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia constituye una auténtica delicia. es el reencuentro del hombre y su entorno es el lírico y prodigioso diálogo del escenario con los personajes. Cada pincelada adquiere consistencia y tiene personalidad por sí sola, y todas en su conjunto nos ofrecen la certeza del bien hacer. Su pintura no es literatura, ni siquiera es literaria. Su pintura es lirismo puro con hondura y penetración anímica.